Patricia Pacheco / Corresponsal
ZIPOLITE, Pochutla, Oaxaca.- Bryan, alumno del cuarto grado en la escuela primaria "Lázaro Cárdenas" de Zipolite, no duda ni dos segundos en contestar sobre la sensación vivida al regresar nuevamente a la escuela, al convivir con sus compañeros y contar con el apoyo de su maestra:
"Me siento feliz de regresar a clases; ya juego con mis amigos, la maestra es muy amable, nos deja salir a jugar un rato".
Bryan, con 9 años y una energía que contagia, insiste en que lo más importante del regreso a clases presenciales es que se aprende mejor; señala que ha dejado de estar solo, como cuando tenía que hacer sus tareas en casa, y animoso, afirma que ahora es mejor estudiar porque cuenta con el apoyo de su maestra.
Primeros en regresar a las aulas
Desde el pasado lunes, Bryan regresó a tomar clases presenciales junto con 117 estudiantes que forman parte de la plantilla escolar de la escuela primaria "Lázaro Cárdenas" en Zipolite; se trata de la primera escuela en el municipio de San Pedro Pochutla que ha retornado a las aulas, con una asistencia de dos y media horas al día, en dos turnos y grupos reducidos que no rebasan los 15 estudiantes, quienes de la mano de sus maestros, siguen estrictos protocolos sanitarios durante su estancia en un recién remozado plantel.
Regresar a la escuela no fue tan fácil; aunque el arranque formal del ciclo escolar ocurrió el pasado 30 de agosto, padres de familia y profesores de la primaria "Lázaro Cárdenas", perteneciente a la Sección 59, se organizaron y durante dos semanas hicieron tequio para limpiar y rehabilitar el recinto escolar.
Padres hacen tequio y dan "manita de gato" al plantel
"La escuela era un desastre", admite Sara Isaís Jacinto Hernández, directora del plantel. Sara explica que el apoyo de los padres ha sido fundamental para el retorno a clases; con ellos no solo se ha contado para el remozamiento de las instalaciones, sino que también han tomado parte en las decisiones relacionadas con el nuevo ordenamiento, reglas y horarios que ahora rigen el plantel.
Actualmente, la escuela tiene activos a los seis grados, y de ser una escuela de tiempo completo, ha mudado por la pandemia a tener dos turnos -los grupos se dividen en dos, uno por turno- de manera que cada grupo no rebase los 15 estudiantes y se pueda respetar la sana distancia.
Según Jacinto Hernández, el regreso a clases ya era impostergable, pues señala, el rezago escolar se estaba acentuando en casa, además de que los niños ya necesitaban participar de la convivencia con sus compañeros, como parte de la socialización y el proceso de aprendizaje escolar.
Siguen protocolos sanitarios
La docente, que forma parte de una plantilla de ocho maestros (seis que dan los grados escolares, uno de Educación Física y uno más de Inglés) detalla que en la nueva modalidad escolar, cada alumno porta un kit de limpieza para su aseo permanente y el de los espacios que ocupan, además de que se evitan los recreos y las aglomeraciones, para lo cual se han designado lugares para entrada y salida de forma diferenciada.
Informó que desde el inicio de clases se ha conformado un comité de salud por padres de familia y maestros que da seguimiento a las actividades sanitarias y organiza lo relacionado con tequios y otras labores escolares.
La directora admite que aunque el aprovechamiento escolar no se da al cien por ciento, por la cantidad reducida de horas de clase, sí es posible generar un entorno de aprendizaje saludable y se trata de de sacar el máximo provecho de la estancia y convivencia entre estudiantes y profesores.
Adicionalmente, la profesora recalca el papel fundamental de los padres y el apoyo de la comunidad para el retorno a clases, pues diversos empresarios apoyaron con insumos para la rehabilitación de espacios comunes y aulas, aunque aún quedan pendientes labores como la reparación de climas y pintura de algunos salones.
"Me siento feliz de regresar a clases; ya juego con mis amigos, la maestra es muy amable, nos deja salir a jugar un rato".
Bryan
Estudiante de 9 años de edad
250 gr, 300 gr, 500 gr y 1 kg.
