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Tras Agatha, Piña Palmera nos necesita a todos para reconstruirse
Diana Manzo
Fotos: Cortesía Piña Palmera
Oaxaca, Oaxaca. “Pegó fuerte y con todas sus fuerzas”, dice Verónica Méndez, una de las damnificadas del Huracán Agatha, quien lo perdió todo. Desde hace una semana, las familias y los pueblos afectados de la costa y sierra sur de Oaxaca suman los 17 mil damnificados, de acuerdo con las cifras oficiales. Pero las cifras no cuentan ni hablan de la necesidad humana de quienes se quedaron sin nada.
Piña Palmera es un Centro de Atención y Rehabilitación Infantil que quedó devastado y requiere ayuda solidaria de todas y todos para reconstruirse y volver a funcionar como lo ha hecho desde hace 30 años, cuando abrió sus puertas en Zipolite, Oaxaca.
En este lugar son atendidos más de cien menores y adultos, en su mayoría indígenas de la costa y sierra sur de Oaxaca, quienes reciben tratamiento gratuito referente alguna discapacidad, informó Nayeli Souza, voluntaria de Piña Palmera.
“Con las lluvias que dejó Agatha a su paso, los ríos se llenaron y se desbordaron, el agua y el lodo alcanzó casi un metro y medio de altura e ingresó al centro de rehabilitación para llevarse todo”, recalcó en entrevista telefónica con Desinformémonos.
De los muebles, equipos y aparatos de rehabilitación no quedó nada, asegura la joven voluntaria, por lo que “hay que empezar de nuevo, al solicitar ayuda solidaria de toda la comunidad”.
Piña Palmera sobrevive recibiendo donativos. Así se ha mantenido durante tres décadas, y con esta inundación se afectó 80 por ciento de sus instalaciones, enfatizó Nayeli Souza, quien recalcó que la única finalidad de este centro es seguir ayudando a las familias indígenas de Oaxaca.
“El 80 por ciento de nuestras instalaciones se dañó con las lluvias. Eran sitios dedicados al cuidado y atención de personas con discapacidad severa. Los talleres, casas y habitaciones del personal y voluntarios y voluntarias fueron destruidos totalmente, así como las instalaciones hidráulicas y eléctricas, y todos los servicios de comunicación telefónica e internet”, expresó.
Además, informó que se registró la pérdida absoluta de equipos y muebles de toda índole, incluidos los necesarios para realizar terapias, movilizar a personas con discapacidad severa y atenderlas en situaciones críticas.
“Piña Palmera hoy nos necesita a todas y todos para su reconstrucción”, dice Nayeli, y aunque hace un llamado urgente a los tres niveles de gobierno, su confianza está en la sociedad civil, la que, asegura, siempre los ha apoyado.
“Queremos construir un mundo en donde sea menos difícil amar”
“Queremos construir un mundo en donde sea menos difícil de amar” es el sueño de Piña Palmera y lo recalca en su página de internet, citando el pensamiento crítico del pedagogo brasileño Paulo Freire.
En Piña Palmera todos sus integrantes son iguales. Hay fundadores y voluntarios como Nayeli Souza, que recalca que urge reconstruir este espacio que ayuda a cientos de familias de dos regiones de Oaxaca.
Desde su fundación, en este lugar han participado en sus programas más de 5 mil menores y adultos con diferentes discapacidades. Ahora participan 635 personas en sus centros, donde la población que atienden se divide entre 20 por ciento infantes, 35 por ciento jóvenes, 35 por ciento adultos y 10 por ciento ancianos.
En las acciones que Piña Palmera realiza participan personas con diferentes edades y discapacidades (física, intelectual, auditiva, visual y psicosocial), así como dificultades en el área de lenguaje, aprendizaje y conducta en conjunto con sus familias, sin tener en cuenta el tipo de discapacidad.
El eje central del trabajo que hace esta organización se basa en el respeto hacia las diferencias y la formación de una sociedad incluyente.
Quienes integran Piña Palmera señalaron que “a pesar de la inundación y el desbordamiento de los ríos, las marejadas y el viento, no hay pérdidas humanas que lamentar, sin embargo hace falta ayuda como generadores eléctricos, lámparas de células solares, bombas de agua, linternas de mano, palas, sogas, materiales de construcción, artículos de limpieza, zapatos y ropa”.
La ayuda, informó Piña Palmera, se recibe a través de donativos a la cuenta bancaria 09400502588 (Scotiabank Inverlat, con clave 044630094005025888) y complementa con datos para obtener información al respecto: el teléfono 958 58431 47 o en el correo electrónico caipinapalmera@gmail.com.
Mientras que la ayuda en especie se recibe en Nahuatlacas mz. 81, lote 17, col. Ajusco, Cafetlaes esq. Cañaverales, col. Granjas Coapan y Marsella 60, col. Juárez, en la capital del país. En la ciudad de Oaxaca, es Sikanda-Puente a la Salud Comunitaria/Privada de Magnolias 109, col. Reforma.
Zipolite es uno de los sitios turísticos de la costa de Oaxaca que devastó Agatha y donde la ayuda gubernamental la hace la gente, porque de parte de las instituciones de gobierno ha sido a cuentagotas.